Una piel bronceada parece más saludable y estéticamente, en verano, consigue que luzca más la ropa, tanto la interior como la exterior.
En la actualidad ya casi todas las personas están concienciadas del peligro de tomar el sol en exceso y a horas en los que sus efectos negativos sobre la piel son más elevados. Ello hace que se tomen las debidas precauciones, que es lo acertado, o que, en algunos casos, se evite tomar el sol, lo cual es un error.
Por qué es necesario tomar el sol
El sol nos propociona la vitamina D, encargada de regular el sistema inmunitario así como de mantener la masa esquelética, protege contra el cáncer, el dolor crónico y las infecciones. La falta de vitamina D puede provocar raquitismo y enfermedades como osteoporosis, artrosis reumatoide, inflamación de los intestinos, Lupus y cáncer de colon.
De ese modo, la necesidad de contar con la adecuada cantidad de vitamina D es esencial para nuestro organismo y esa cantidad no se consigue totalmente a través de la comida.
Durante cuánto tiempo es aconsejable tomar el sol
Dependiendo de si la piel es clara o más oscura la exposición al sol podrá durar más o menos. En general lo acertado es que la primear vez dure 15 minutos y después ir incrementando el tiempo diez minutos hasta que la piel obtenga un bronceado acorde con su capacidad de bronceado sin que esta llegue a quemarse.
Las personas rubias y pelirrojas toleran poco la radiación del sol mientras que las castañas lo hacen de una forma normal y la tolerancia de las personas de piel oscura es mucho mayor.
En el momento de elegir el bañador, la toalla y decidir el tiempo que se va a tomar el sol también se ha de tener en cuenta las horas en las que no se puede, que son las de mayor radiación, y la crema protectora solar adecuada para cada tipo de piel.
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