En verano se engorda una media de dos kilos, ello hace que, cuando se está acabando la estación, hombres y mujeres noten diferencia en la ropa que se utiliza habitualmente, tanto en la ropa de calle como en la ropa interior.
Mientras se pierden esos centímetros de más el uso de una faja puede ser la mejor opción para no sentirse mal con según qué tipo de ropa. Las fajas vuelven a ser un complemento utilizado cada vez más habitualmente junto con la ropa íntima. Pero, del mismo modo que ocurre con la ropa interior, no elegir la faja correcta puede hacer que se vean bultos antiestéticos y además resulte una gran incomodidad.
Qué tener en cuenta al elegir la faja
- Una faja deber ser cómoda, si es demasiado estrecha provocará problemas de incomodidad y de circulación, además de deformar el cuerpo. Si es grande hará que ésta se mueva y no cumpla su función.
- El color de la faja ha de conseguir que se disimule bajo la ropa, una faja no es un complemento que sea necesario llevar a diario, el ejercicio y una dieta adecuada son lo más recomendable para moldear la figura de manera que se puede elegir el color para un tipo de ropa en concreto.
- Antes de elegir la talla es necesario medir el contorno de la cintura y de la cadera y consultar las tablas de la tienda o preguntar al dependiente, ya que no todas las marcas se rigen por las mismas tallas.
- Saber con exactitud qué se está buscando. Hay distintos tipos de fajas que cumplen diferentes funciones, unas se pueden llevar a diario e incluso ayudan a reducir la celulitis y mejoran la circulación, otras son para momentos en concreto. Ha de primar la salud antes que la estética de manera que se debe elegir la faja adecuada para cada ocasión.
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